(Por: Delfín Martell) La parranda es una expresión
nativa de los estados centrales… Carabobo y Aragua -género musical- de hondo arraigo
en nuestro país desde finales siglo XIX y hasta casi mediados del siglo XX. Musicalmente
-es de hacer notar- que la célula rítmica de la parranda es de origen binario al
igual que el aguinaldo y la gaita -como consecuencia interesante- la hace rica
y ampliamente versátil -por su esquema rítmico- otorgándole característica eminentemente bailable.
Respecto al contenido literario de la parranda -puede
tener- orientación dirigida a lo divino -misterio
de la natividad- pero también tratar hechos y personajes de la cotidianidad
donde resida el autor y la agrupación musical.
Este aspecto establece un profundo vínculo entre el
pueblo -su sapiencia- “folklore” y lo abstracto y concreto de la memoria colectiva intrínseca en la raíz
indígena e hispana del venezolano.
Esta expresión musical representa -según mi humilde
opinión- la más hermosa conexión de
origen autóctono- navideña en los estados centrales. Manteniendo el bello
sentido religioso -según visión folclórica de una región- para también servir de
crítica constructiva a situaciones y personajes que fueron noticia en su
momento. En otro contexto -más pagano según la iglesia- resumiría -a través de
sus estrofas- lo prospero del año que concluye y afirmando -que el nuevo año-
estará cargado de dicha, salud y prosperidad.
La esencia social y cultural del género musical de
la parranda está resumida en el cultivo
y recuerdo de toda una tradición -en el estado- y sobre todo "Valencia" junto a sus
populosas parroquias... San Blas, Candelaria, Catedral, la Pastora, Santa Rosa,
Naguanagua y los Guayos -según la distribución geográfica anterior- evocando
momentos vividos en las misas de aguinaldo -patinátas después de la misa- las arepitas dulces
acompañadas de café, chocolate caliente.
Pero debemos reflexionar -aún más- sobre la ya perdida tradición de las visitas
residenciales de los grupos musicales de parranda -casa por casas- el día 24 de
diciembre. Perdida esta -gracias a la delincuencia- hacia mediados de la década
de los años 70 en el Municipio Valencia. Las generaciones de los años; 80, 90 y
2000 -no disfrutaron de esta hermosa tradición- y lo más lamentable es que el
tiempo se encargó de enterrar -junto a la solidaridad- el intercambio de
alimentos, dulces y aguinaldos entre casas, vecinos y amigos.
Escenarios…
Cada agrupación portaba una bandera y estrella
elaborada de papel celofán -que representaba- a la estrella de Belén
y que cada casa donde la bandera de la agrupación ondeaba -no podía ser
visitada- por otra parranda. Una regla de cortesía y honor que debía ser
respetada por todos los componentes del conjunto. Los miembros de la agrupación de parranda
recibían una especial atención en cada casa visitada. Estos recibían diezmos
contendientes de alimentos como; hallacas, pan de jamón, ensalada de gallina,
asado, pernil, dulce de lechosa con piña,
bebidas espirituosas y un aguinaldo en metálico -que fluctuaba- dependiendo de
la condición económica del hogar
visitado.
Lamentablemente todo apunta -sin duda alguna- a que
la esencia de esta festividad se ha perdido y tristemente no trabajamos en función por rescatarla.
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xxx
ResponderEliminarLamento el triste final de tan buen artículo, yo creo que la parranda se puede rescatar.
ResponderEliminarTienes toda la razón Sr. Delfin, yo nací y fui criado en la Parroquia San Blas, esto quiere decir que yo soy Morreño Mata Santo, y todo lo que usted, ha comentado en su articulo lo he vivido y extrañado en ocasiones (Decembrinas por ejemplo) nosotros frecuentábamos los alrededores de la Plaza, el Colegio "Fermín Toro", la Iglesia y luego se salia recorrer los y/o, lugares cercanos para ver donde se colaba café y alguna que otra parranda callejera y así esperar el amanezco. Nosotros (vagos, porque así nos decían las personas adultas ) jugábamos pelota de goma y chapita, DAMAS, OTROS AJEDREZ Y A ENAMORARSE COMO TONTOS. Gracias por el aporte de el articulo.
ResponderEliminarGracias por este artículo sobre nuestra cultura popular venezolana. Ciertamente, la práctica de estas tradiciones va disminuyendo en el tiempo, en parte por el surgimiento de nuevas costumbres y estilos musicales, en su mayoría foráneos, pero de todos modos nuestra música popular sigue ahí, todavía hay muchos músicos que agarran su cuatro y demás instrumentos y se van a cantar cuando ya se está acercando el mes de diciembre y durante el mismo, incluso hasta en enero. Lo pude corroborar el año pasado, 2017, donde tuve la dicha de asistir, a quí en Caracas, a tres parroquia diferentes donde aún se celebran las Misas de Aguinaldos, claro, no en la madrugada, pero sí a las 6:00 y 6:30 am y tambien a las 6:00 pm pero en las mismas se acompaña y se anima la liturgia con cantos de aguinaldos a lo Divino y de Parranda. Incluso, aquí en la capital, también se hicieron, en el 2017, conciertos en auditorios y teatros reconocidos, con músicos profesionales donde los géneros a interpretar eran los aguinaldos y las parrandas y, por supuesto, la gaita que siempre ha tenido mayor demanda, en cuanto a lo comercial, para estas fechas. En fin, yo reflexionaba en ese momento que si en la capital aún sobreviven espacios donde se rescata y se difunde nuestra música popular navideña, entonces en los estados y regiones debería pasar algo parecido y hasta mejor a sabiendas de que las regiones se caracterizan por fortalecer y preservar nuestras tradiciones, con mayor recelo. Saludos!
ResponderEliminarAun en Carabobo existe un pueblo donde la Parranda es sagrada, hablo de Miranda, Carabobo. Aqui tienen una de las ultimas canciones que la Parranda Nombre Pa que? acaba de sacar.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/phTEWLjQDxE
Hola a todos. Mi nombre es Cesar Sumoza. Soy habitante de Palo Negro. Edo- Aragua. Es muy cierto su articulo. Pero puedo dar FE que en mi pueblo aun sigue muy viva dichas tradiciones, de parrandear. Con varias agrupaciones de parranda ( muchas de ellas ganadoras de festivales, entre otros) nos siguen, alegrando y haciendo bailar. De casa en casa y en la plaza Bolívar. Eso si no es fácil sin el apoyo de los entes gubernamentales, pero bueno hay van. Con sus integrantes que lo hacen por herencia, gusto, afinidad, en fin cada quien con su motivo ( porque remunerados, poco o nada). Tengo 39 años de edad y aunque ni toco ni canto, apoyo y me gusta dicho ritmo y lo hago realzar, para así mantener la tradición para que jamas se pierda, y así las próximas generaciones las sigan defendiendo y así poder disfrutarla. Por cierto si quieren un poco de este folclore, les invito a asistir el 17 de Noviembre de este año a partir de las 5pm, a la plazaBolivar de mi amado pueblo a la dulcería Criolla, donde estaremos disfrutando de ventas de nuestros dulces tradicionales amenizados por dicho ritmo central. Apoya nuestras tradiciones. Los esperamos.
ResponderEliminarCualquier cosa estoy a su orden cesarsumoza52@gmail.com
ResponderEliminarNuestra costumbre nuestra tradicion decembrina aun la mantenemos en un rinconcito de Carabobo con la `PARRANDA criolla CASCABELES NEGROS, en el populoso barrio CASCABEL cerca al CENTRAL TACARIGUA cuna de grandes Parranderos y amantes de nuentro folklore decembrino. Alli celebramos las misas de aguinaldo que durante la novena es dirigida por la familia del barrio a la cual dias antes le fue asignada por representantes de la iglesia catolica NUESTRA SEÑORA DE LOURDES y a su lado el medico de los pueblos DR. JOSE GREGORIO HERNANDEZ engalanan nuestras fiestas. Bienvenido es todo aquel parrandero que ande por alli en nuestra populosa barriada.
ResponderEliminarSaludos de un Cascabel Negro..¡